domingo, 24 de noviembre de 2013

un chute de ganas de vivir

Por esos 3 pajaritos que estaban esta mañana en mi ventana y me han cantado que no tengo de qué preocuparme




Como me gustaría poder hacerles caso..

Un segundo

Un segundo de aplausos mentales para los que llegaron sin saber si quedarse, que nunca te han dicho que te quieren, aquellos que no te abrazan con frecuencia, que no te bailan el agua ni te comen la oreja. Para los que llegaron sin saber si quedarse, y aun sin haberlo decidido siguen aquí. Un fuerte aplauso del público y una reverencia de servidora, pues sé que no es fácil observarme desde el patio de butacas cagarla diario, pero más difícil aún es subirse al escenario y echarme una mano (aunque tú puedes echarme las dos) cuando se me olvida el guión. Un aplauso de un solo segundo, porque más sería demasiado dramatismo, para un grupo de actores que improvisan cada día en cada función, diciéndose lo que otros sienten, leyendo siempre entre líneas a la hora de interpretar lo que cualquiera (y menudo) ha escrito para nosotros, marionetas del director, que de forma impredecible (y celebrándolo en este segundo de aplausos) se han convertido en compañeros de teatro, de vida y amigos.

domingo, 3 de noviembre de 2013

sábado, 2 de noviembre de 2013


Eres niebla y mantas,
mangas largas
el vaho de esa niña en el cristal
donde escribir con el dedo el nombre del primer inquilino de tu corazón cuando nadie mira.

Y eres el café abandonado en el fondo de una taza
y la luna naranja que nos vigila esta noche.
Eres mi manía de contar los pasos que doy en cada baldosa cuando camino,
y cada crujido de mis dedos.

Y eres tiempo.

Inalterable, inescrutable, indestructible.
Mi tiempo.
Tiempo
como el que se fuga cuando cierras los ojos
tendida sobre la cama un lunes por la mañana,
y tiempo
como el que se detiene cuando me besas
y me estremece la textura de tus dientes.

Con todo, tener el placer de verte andar, con tu brisa helada,
y ese rastro de pedacitos de hielo
que me dejas al caminar por el pasillo cuando sales de casa,
sigue regalándome más calor
que cualquier mediodía de agosto.